martes, 18 de diciembre de 2012

Capítulo 5

He aquí el capítulo 5.




-Vy, estamos llegando-
La entusiasta voz de Dimo me saca de mi plácido sueño,para devolverme a la horrible y asquerosa realidad.
-No me llames Vy-le contesto molesta.
-Vyolett querida-me mira por la  puerta entreabierta- Arréglate un poco, ponte bonita, este será el primer vistazo que tendrán los habitantes del Capitolio, de los tributos del Distrito 9, no querrás decepcionarlos.
No, quien querría decepcionarlos, después de todo, si les gusto quizá me mantengan viva un tiempo.

Me doy un baño en una de esas anormales duchas capitolinas y me visto, justo a tiempo para que el tren llegue a la estación. En el comedor se encuentran todos esperándome, Magnus mira por la ventana, con una mezcla de asombro y repulsión en su cara.
-¿Qué miras?-le pregunto intrigada.
-Esta gente- Magnus arruga la nariz como si algo apestase- Son monstruos Vy, míralos. Son la cosa más bizarra que he visto en mi vida.
Ciertamente tiene razón, a través de la ventana, es posible apreciar a una multitud de... ¿personas?, que nos observan asombrados. Son todos muy extraños y extravagantes. Parece que en este lugar no conocen los colores discretos. Realmente parecen monstruos, algunos tienen tatuajes, son verdes, o rayados. Por allí hay uno con alas. Jamás había visto ropajes tan estrambóticos, ojos tan grandes o tantas perforaciones en una sola persona. Esta gente realmente te quita el sueño. Sin poder resistirme le saco la lengua a una fea anciana con ojos rasgados y pestañas emplumadas, no puedo evitar sonreír al ver su cara de sorpresa e indignación, exactamente la misma que pondría Dimo.
-Vy-me regaña Gisselle, con una sonrisa aflorándole a los labios- Esa mujer podría haberte patrocinado.
Diablos, tiene razón. Bueno, un patrocinador más, un patrocinador menos, seguro que puedo sin ellos.
-¿Por qué son así?-Magnus realmente esté sorprendido-¿Quieren asustarnos?
-Quieren verse bonitos-Gisselle no puede contener la risa.
-¡¿Bonitos?!-exclama Magnus aterrado- Pero si son la cosa más fea que he visto en mi vida, míralos. Ni siquiera se puede saber si son humanos.
-Bienvenido al Capitolio-susurra Gisselle divertida.
-Comparado con ello, Dimo es bastante... normal-
-Cualquiera es normal comparado con ellos-vaya, me había olvidado de que Math seguía aquí.

El tren avanza muy lentamente, lo que nos da tiempo de comentar las extrañas vestimentas del Capitolio, y de observar a esta gente, gente que no pasa hambre, que no pasa frío, que no se preocupa de si al día siguiente habrá comida en su mesa, gente a la que no le importan los Juegos; es mas, esta gente disfruta los Juegos. Los odio más con cada segundo que pasa, viven aquí, atrincherados, alejados del mundo, alejados de los problemas, alejados de la realidad.
No soporto verlos más, por lo que me aparto de la ventana y me dedico a examinar la alfombra.
-De acuerdo, Vy, Magnus. Llego el momento, Vy, sé cuánto odias a esta gente y lo comprendo, pero trata de olvidarte de eso.-nos dice Gisselle acelerada.
-No solo en la entrevista pueden mostrar como son. Si bien decidiremos luego cual será su enfoque, Vy podría comenzar mostrándose, no lo sé ¿orgullosa?. Ambos traten de ignorar a la multitud, miren adelante, con la cabeza en alto.-interviene Math.
Me parece bien su propuesta, no pienso prestarles atención a esos idiotas. Me preparo para salir, cuando recuerdo algo. El regalo de mis padres y mis amigos, el símbolo de mi Distrito. Corro a mi habitación, saco toda la ropa de los armarios, busco debajo de la cama y abro los cajones. Ahí están, la espiga dorada y el collar. Me pongo el collar y llevo la espiga en la mano, sin saber muy bien que hacer con ella.
Una vez en el comedor veo que todos me miran extrañados.
-Vy-tantea Gisselle-¿Qué ha sido eso?
-Ah-titubeo-Fui a buscar esto.-digo, enseñándoles el collar y la espiga.-Son recuerdos de mi Distrito, pero no sé qué hacer con la espiga.
-Ven acá-Gisselle me hace un gesto con la mano. Yo me acerco insegura.- Esto jovencita, es un accesorio para el cabello.
Gisselle coge la espiga de mi mano y me la entrelaza en el pelo.
-No te preocupes-mi mentora me sonríe-solo un comerciante sabría qué es.
-¿Eres hija de comerciantes?-Magnus parece extrañado.
-Solía serlo-Gisselle oculta el rostro-Mis padres murieron.
-Ah-ni Matheus, ni Magnus, ni yo atinamos a decir algo mejor.
-Bueno, bueno- ¿cuándo rayos ha llegado Dimo?- ¿Qué están esperando?
Magnus y yo le miramos sin comprender.
-¡Ya es hora de que salgan!-nunca había visto a Dimo tan exasperado.
Nosotros y nuestros mentores nos ponemos en fila, listos para salir. Una vez afuera, el ruido de la multitud me parece ensordecedor, tiendo a taparme los oídos, pero enseguida recuerdo, que debo ser orgullosa, y hacer cómo si nada. Los capitolinos nos observan, curiosos, como si fuésemos un extraño animal. Nos analizan y nos examinan; es realmente difícil ignorar sus miradas taladrándote. Si bien finjo no prestarles atención, trato de aguzar el oído, para escuchar sus cuchicheos. Lo que oigo, me desalienta.
-¿Qué te parece la muchacha?-
-No lo sé, es algo flacucha-
-Sí, pero tiene carácter, ya viste la Cosecha-
-Claro, pero no descartes a los profesionales-
-Es cierto, esperemos a la entrevista, hay que ver sus habilidades-
-¿Qué piensas de su hermano?-
-Tiene 12 años por favor, además es del Distrito 9, no del 4, el 1 o el 2. No durará mucho-
-Es cierto... pero no perdamos de vista a su hermana-
-De acuerdo-
-El baño de sangre será...-
No quiero seguir escuchando. Esto es horrible, nos tratan como si fuésemos mercadería. Me recuerda a las peleas de perros. Apuestan por el más bello, el más fuerte y el mejor alimentado, el que viene de un mejor criadero. Nuestros Distritos son los criaderos, y es evidente que el nuestro no es precisamente el mejor.
Me doy cuenta de que me he quedado parada, procuro seguir caminando, altiva y orgullosa, pero me es casi imposible, ¿qué tan lejos queda esa puerta?. Noto que alguien me empuja para que avance más rápido, Math, qué amable.
Finalmente llegamos, dejamos atrás a la multitud y a la tensión que esta generó. Si una multitud me dejó así, no sé en qué estado quedaré después de las entrevistas.
-Serás muy buena con las armas Vyolett, pero cuando se trata de gente, eres horrible-claro Math.
-Bien, ahora iréis con vuestro equipo de preparación y luego con vuestro estilista. Sé que se os viene todo muy encima, pero ya casi llega el Desfile de tributos y tenéis que hacerlo bien ¿de acuerdo-dice Gisselle.
-Claro- nos despedimos.

Cuando veo a mi equipo de preparación no puedo evitar sorprenderme.
-¿Y ustedes qué son?- apenas he dicho esto, lo lamento.
-Bueno pues, creo que tu equipo de preparación-la que ha hablado es una chica de aspecto risueño.
-Soy Lila-dice la chica.
Y en verdad, la chica... es LILA. Desde el pelo hasta los pies, todo en ella es lila. Sus ojos, sus labios, su lengua, sus dientes, sus uñas...todo, pero absolutamente todo su cuerpo es lila. Es horrible. en lo personal no tengo nada en contra del color lila, pero esto es francamente espeluznante, hasta la parte blanca de sus ojos es lila.
-Hola-digo impresionada.
-Yo-se adelanta el otro miembro de mi equipo de preparación-Soy Leo.
-Hola- en comparación a Lila, él es bastante normal, lo único modificado es su melena, que le rodea la cabeza como a un león; sus ojos, rasgados como los de un felino; y por supuesto la cola. Quitando todo eso, es bastante corriente.
-Y yo- me vuelvo hacia la chica que ahora me habla-Soy Lara.
Vaya, de todos los fenómenos capitolinos que he visto hoy, este es el que más me impresiona. Lara es un árbol, sus tatuajes imitan las texturas y colores de un árbol, pero lo más impresionante de todo es su cabello, son ramas, verdes y marrones, con flores y hojas, se elevan hacia el cielo y se entrelazan entre ellas. Es una obra de arte.
-Bien Vyolett, ¿nos acompañas?-
Como si tuviese otra opción,a pesar de todo, sigo asombrada. El Capitolio es un lugar muy extraño, y su gente, ni hablar. Definitivamente, hoy lo he visto todo. Sin embargo, aún me queda mucho que vivir.





Y bueno, eso ha sido el capítulo 5, de aquí en adelante, las cosas se ponen un poco más interesantes. Ojalá les haya gustado.
*La parte blanca del ojo se llama esclerótica creo. De todos modos no creo que Vyolett lo supiera.







4 comentarios:

  1. acabo de conocer tu blog y leerme los capis, sinceramente ¡ME HA ENCANTADO! publica el siguiente pronto ;)

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  2. Hola me encanta tu bblogg me e leido todos tia capitulos de una tirada y escrites super bien, estoy muy intrigada con Vy!! Yo tambien estoy emperador un blogg me gustaria k te passaras un dia i me comentas que té parece, espero el siguiente capitulo con mucha emocionat! :D. http://dosgotasdesangre19.blogspot.com.es
    Besos Alia http://dosgotasdesangre19.blogspot.com.es/?m=1

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  3. Hola Alia, gracias por tu comentario, me alegra que te guste mi historia. Pues claro que me pasó por tu blog y te dejó mi comentario. Pronto publicaré el siguiente capítulo.
    Un beso :)

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